La resistencia mediocre.

No somos pocos los que andamos sueltos por ahí sin tener muy claro en qué somos buenos. A lo mejor simplemente no lo somos en nada. A lo mejor tampoco somos malos…

Somos todos esos que saben hacer un huevo frito, unos macarrones con tomate o incluso unas lentejas medio qué, pero no sabemos hacer una crema de hongos y castañas con pato confitado.

Somos los que hacemos deportes por diversión, pero no hemos ganado un trofeo en la vida.

Somos los que nos apetece vestir con algo de gusto, pero no tenemos ni idea de moda.

Somos los que intentamos que nuestra casa esté medianamente bonita, pero no sabemos de decoración.

Somos los que hemos sacado notas en los estudios para ir pasando con algo de dignidad, pero ni hemos olido los sobresalientes.

Somos los que jugamos horas a videojuegos pero evitamos jugar en internet para que no nos amenacen de muerte por estropear a una partida porque jamás hemos sido buenos.

Sabemos de algunas cosas, pero no somos expertos en nada.

Pero os voy a decir una cosa a todos vosotros, sí, a los que sois tan mediocres como yo: Oye, pues ni tan mal.